UN LEÓN ENJAULADO

En estos tiempos convulsos impregnados de tanta incertidumbre, todo el mundo ha sufrido en mayor o menor medida. El principal temor es contraer y/o contagiar la dichosa enfermedad. El virus no hace distinciones, no discrimina y cualquiera puede ser su víctima. Pero hay personas que lo están pasando peor por los daños colaterales que toda esta situación está produciendo. Trevor es una de ellas. 

 

Como se ha mostrado en otras ocasiones en este blog, Trevor vive por y para el contacto social. Es su motor, su lait motiv. Fuera de ese entorno es un personaje que probablemente no destacaría entre el montón. Es en las multitudes donde se destapa como una persona poliédrica capaz de adaptarse a cualquier circunstancia y conversación. Da lo mejor de sí mismo casi sin enterarse, por pura inercia. 

 


 

En los meses del confinamiento las videollamadas proliferaron para suplir la falta de contacto social. A Trevor esto no le sirvió de mucho. Faltaron tres elementos esenciales para que desarrollara toda su capacidad intrínseca: camarer@, música y gente desconocida con la cual interactuar. Tomarse algo en casa no es lo mismo, no se trata de tapear o beber, esto es interrelacionarte con desconocidos, invitarlos a unos chupitos o demostrar que en su día fuiste a clases de salsa.  

 

En estas circunstancias EL TEOREMA DE LA CAMARERA salta por los aires. ¿Qué va a ser de los Relaciones Públicas que te engatusan y te crean una necesidad que no tienes? ¿De esas amistades que se forman de la nada y a medida que transcurre la noche fraguan como si fueran para toda la vida? ¿De esos enamoramientos fugaces de camareras donde la utilidad marginal es cero o tendente a cero? 

 

Trevor corre el riesgo de dejar de ser él, de apagarse y de ser una rémora de lo que algún día llegó a ser. Lo mejor es que encuentren pronto la vacuna, no sólo para inmunizarse ante el virus, sino también para que esta normalidad deje de ser nueva y vuelva a ser la de siempre, aquella en la que todos éramos un poco más felices. 

Comentarios

haujavi ha dicho que…
Siguiendo el símil esto es la ley de la selva, sobreviven los más fuertes y además los que se adaptan mejor. Trevor tendrá que adaptarse.