2 SIGLOS, 4 DÉCADAS Y 30 AÑOS.


Todo este período podría hacer referencia a una condena pero sin embargo, tan sólo relata a una existencia.

Y como todas las existencias, ésta se nutre de vivencias, experiencias, alegrías y penas. Si ha habido algo con lo que tenga similitud esta existencia, ésa ha sido la televisión. Esa vida la podemos desentrañar a través de varias series o programas de televisión que, para muchos, han marcado una época.

Los primeros años de tu vida piensas que todo es maravilloso. Que la vida consiste en cantar y ser feliz, sin importar que tus amigos sean un erizo rosa y un engendro (que no se sabe muy bien qué es) llamado DON PIMPÓN. Tu nivel de conciencia no da para más, pero años después te das cuenta de lo surrealista que es todo aquello. Un erizo, gigante y nudista que tan sólo se viste cuando se va a la cama, y un monstruo con sombrero de paja rodeado siempre de niños, a día de hoy estarían en la cárcel acusados de pederastas. Y del panadero y de lo que se cocinaba en la Panadería, mejor no hablamos.

Pronto te das cuenta que en la vida nada es idílico y que hay buenos y malos. Y los buenos son muy buenos, y los malos son muy malos. Menos mal que, a falta de justicia, siempre había un grupo de mercenarios (a los que perseguía injustamente el Ejército) dispuestos a poner las cosas en su sitio. Vale que cada uno de ellos tenía su tara, que los episodios eran calcados y que los coches de Policía eran una birria pero, ¿quién no ha deseado tener un amigo como M.A para librarse de los abusones?

Pero a veces es mejor hacer justicia por nuestra cuenta sin necesidad de rodearnos de tarados. ¿Qué se necesita para eso? Tan sólo 2 cosas. Trabajar para una fundación ¿ficticia? y tener un buen coche. Y si ya el coche corre que se las pela, habla, salta y te comunica con medio mundo, claramente te conviertes en el rey de la carretera al igual que MICHAEL KNIGHT.

Siendo joven, se pierde el miedo a todo. De hecho, no se teme a nada. Ni siquiera a unos forasteros de gustos culinarios tan particulares como para considerar un manjar los ratones, ni con un cutis tan verde como el de los lagartos.

Sigues creciendo y te vas dando cuenta que la vida puede ser bastante turbia. Sobre todo en MIAMI. Que la gente mala no sólo se dedica a dar mamporros y hacer “putaditas”. Hay algunos que tiran en seguida de “pipa” y no andan preguntando. Y todo por controlar el comercio de algo que, en su día, creías que era harina. Para contrarrestar a este nuevo género de “malotes” a parte de una buena pistola, se necesita tener mucha clase (traje blanco, camiseta negra y unos buenos náuticos, sería el modelo) y un buen sentido del gusto para que, cuando con tu meñique pruebes la “harina”, no te den gato por liebre.

Llegado a este punto de la vida, empiezas a controlar la distinción de lo que está bien y lo que está mal. Tienes esa elección bien aprendida y piensas que controlar eso, la vida será coser y cantar. Pero te faltaba un elemento a tener en cuenta y que puede desestabilizar todo tu sistema emocional: la mujer.

Forjas tus relaciones y tus amistades en el ambiente en el que te mueves, bien sea una agencia de detectives (REMINGTON STEELE) o en una agencia matrimonial (LUZ DE LUNA). Al principio, optas por tener una actitud defensiva y hasta cierto punto distante con las mujeres. Éstas son muy mandonas y tú quieres ser un espíritu libre, así que el choque es permanente y te terminas llevando a matar con ellas. Pero dicen que los amores más queridos son los más reñidos, así que tarde temprano acabas cayendo en las redes de esas mantis religiosas. Y la cosa puede ir bien, pero siendo tan joven la mayoría de las veces acaba terminando mal.

Así que nada, decides poner tierra de por medio y te autoconvences que no las necesitas. Que tú puedes ser un superviviente en este mundo tan hostil. Si MC GUYVER era capaz de desmantelar todo un sistema de seguridad con el envoltorio de una chocolatina, ¿cómo no ibas a ser capaz tú de sobrevivir sin mujeres?

La adolescencia es una etapa de atolondramiento y sueños. Por soñar que no quede, aunque luego la vida te ponga en el lugar que le parezca. ¿Por qué no ser director de cine? Mejor no, porque visto lo que le costó a DAWSON, es mejor buscarse una profesión con menos sobresaltos y más tranquilidad. Con lo cual, aparcas los sueños y te conviertes en un ser pragmático y materialista. Te preparas para algo que te dé de comer y no para algo que te guste. Dadas las maratonianas jornadas laborales que te metes entre pecho y espalda, dejas los sueños aparcados para otro momento mejor.

Y luego ocurre una gran paradoja. Después de formar parte de, posiblemente, la generación mejor formada de tu país, no tienes nada claro y tu vida es un mar de dudas. Crees que tu vida es una isla a la deriva, no sabes muy bien por qué estás ahí y lo que es peor, hacia dónde te diriges. En definitiva, estás PERDIDO. A veces, te gustaría tener un FLASH FORWARD para saber cómo será tu vida dentro de un tiempo pero, ante la duda de encontrarte con un futuro que no sea de tu agrado, desechas esa idea y prefieres tomarte un bote de pastillas de Vicodina. Si eminencias médicas como el doctor HOUSE las toma, muy malas no serán.

Pero terminas desengañándote. Drogarte no disuelve tus problemas, tan sólo los aparca y te acaba creando otros. Llegados a este punto de la existencia, empiezas a comprender por qué Kevin Arnold añoraba “AQUELLOS MARAVILLOSOS AÑOS”.

Comentarios

Mónica ha dicho que…
¡Feliz Cumpleaños!

Espero que este año se cumplan muchos de tus deseos, acuérdate cuando soples las velillas de pedir alguno!!!

Treinta besazos,
y buenas noches.
. ha dicho que…
La vida es maravillosa, asi que cumplir años debe de serlo también.
Muchísimas felicidades, aunque bastante atrasadas, pero más vale tarde que nunca ;)
haujavi ha dicho que…
Oye, que ya puestos te felicito el cumpleaños, el anterior y el de este año por si acaso jajaja Qué grande son las series de los ochenta de verdad, me acuerdo que cuando tenía examenes en la uni ponían el equipo A a las mañanas y me lo tragué desde el primer capitulo al último, que bien me lo pasé jejeje