EL TIKI-TAKA


Las grandes obras tan sólo necesitan tener un pequeño detalle para ser admiradas: Estilo propio. Sin él, puede que grandes artistas y colectivos queden diluidos en la inmensidad de la cotidianeidad. Si no destacas, no dejas de ser uno más. Pero siempre en la vida queremos destacar en algo, por pequeño que sea, pero al fin y al cabo no pasar desapercibidos. Somos así de egocéntricos, qué le vamos a hacer.

Tener un estilo reconocible supone bucear en tu interior, analizar tus virtudes para potenciarlas y que éstas salgan a relucir de manera esplendorosa. Pero también supone estudiar tus defectos, saber el porqué de su existencia para así mostrarlos lo menos posible.

Todo esto porque ante todo lo más importante es ser uno mismo, mostrarse con naturalidad. Cuando más natural se sea, más confianza se tiene y más fácil se puede salir de las derrotas porque, aunque se tenga estilo, éstas se van a seguir produciendo. Y es en esos momentos cuando más debemos potenciar lo que somos y no intentar cambiar a lo que otros son.

El éxito puede hacer caer en una espiral de autocomplacencia. No es bueno mirarse el ombligo ni creerse el Centro del Universo. Es en el éxito cuando se debe empezar a blindar la mente para el fracaso. No hay éxito sin fracaso previo, ni fracaso que luego no se torne en éxito.

La vida es cíclica. Te da y te quita. Y dado que hace un año nos dio mucho, vamos a disfrutarlo antes que nos lo vuelva a quitar.

Comentarios

Diego Valdes Rendon ha dicho que…
Muy cierto. Aunque viendo como están las grandes selecciones como Brasil y Argentina en estos momentos es probable que la ola del éxito de La Roja dure otro buen rato.
haujavi ha dicho que…
Curioso que cuanta más crisis económica mejores resultados futbolísticos, seguro que Lula tiene la culpa de lo mal que anda Brasil jajaja